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lunes, 8 de septiembre de 2014

Bienvenidos al Circo de los Horrores: Capítulo 2.

¿Disfrutaron de la primera entrega del Circo de los Horrores? ¿Quedaron satisfechos con nuestro espectáculo mundial? Y no sólo eso; ¿acaso no les dejaron patidifusos, damas y caballeros, niños y niñas de todas las edades, nuestros increíbles números, nuestros magos, acróbatas y artistas de toda talla y calibre? Cualquier circo del mundo aspiraría a alcanzar el cénit de magia al que nosotros llegamos con el anterior episodio. Pero nosotros vamos más allá de lo humanamente imaginable. Bienvenidos, una vez más, al fantástico, al inconmensurable Circo de los Horrores.

Doce de la mañana de ayer domingo. El bético de a pie se despierta, ya que su equipo juega temprano. Se prepara el café, Cola Cao o similares y se dispone a disfrutar del encuentro. A disfrutar, por decir algo suave, de uno de los mayores ridículos de los últimos años en la órbita del Real Betis Balompié, en el cual el equipo sevillano cayó derrotado y humillado en el empapado césped de El Toralín, para gozo y algarabía de los aficionados bercianos, cuya aspiración este año es la de mantenerse en Segunda. Hoy retomo la temática circense  para analizar uno por uno los factores de ese tortazo que se dio el Betis en tierras leonesas.

Y vuelvo a dicha temática porque hay una frase que define perfectamente lo que le pasa a este nuestro querido circo: nos crecen los enanos. A puñaos, además Jugadores que antes funcionaban y daban el nivel ahora no carburan, fallos que hasta ahora habían sido de escasa importancia ahora nos cuestan el partido, los inútiles se vuelven más inútiles todavía, etc. En mi humilde opinión, fue ese cúmulo de despropósitos de variada índole, esa crecida (por otra parte bastante esperada) de enanos lo que provocó el estrepitoso batacazo de ayer. Vamos con ellos.

Empecemos por el principio, que es lo suyo. Y el principio es el portero. Y es indudable que Antonio Adán no ha tenido una de sus mejores semanas en el Betis. Además de haberle afectado la polémica suscitada por sus declaraciones de forma probable, Adán este año no es el mismo. En Sabadell cantó la Traviata, en el gol del Numancia puede hacer algo más y en Ponferrada vuelve por bulerías en dos de los goles. ¿Por qué?¿Estamos presenciando un nuevo caso Fabricio, es decir, un portero que cuaja buenas actuaciones y que cada vez está peor? No lo sé, pero al paso que va, el banquillazo que va a sufrir va a ser de libro.

Llegamos en este punto al enano que más ha crecido. Y además, el factor que era más probable que fallara primero. Si bien es cierto que Pablo Infante y Yuri son dos jugadores bastante buenos, la defensa del Betis no puede ser humillada y ridiculizada de esa manera. Piccini cuajó un buen papel para ser su debut. Figueras hizo un Figueras, lo de Perquis y su ineptitud ya huele y Casado no tuvo su mejor día, pudiendo haber salvado el gol de Acorán con bastante facilidad y no habiéndolo hecho. Y luego está Bruno. El tinerfeño, el que prometía, el que cubría el puesto de Amaya. Y también el que no pudo hacer un partido peor. Se demostró una vez más que hace falta un central con urgencia, y que el trabajo de Maito y Alexis en este sentido ha sido vergonzoso. Patético.

Podríamos comentar también el horrible partido de Lolo Reyes, que era uno de los que se suponía que no fallaba nunca, las imprecisiones a nivel general que ya no sólo causan nerviosismo atrás, sino goles (y van siete en tres partidos, a más de dos por encuentro), que Rennella debe ser titular por delante de Molina, que el enano crecido número uno, es decir, el colegiado, volvió a contribuir a la debacle comiéndose con papas un penalti y expulsión del meta berciano, etc. Pero, para ir acabando, voy con otro tema que empieza a preocuparme bastante.

Es verdad que Julio Velázquez podría haber empezado con mejor pie. Y es verdad que lo de ayer es para darle un toque de atención importante. Pero de ahí a pedir su dimisión como ya he empezado a leer esta mañana... Hoy he leído un tweet de @BetisStats, reconocido partidario de Pepe Mel, diciendo que "cualquier entrenador que venga será crucificado por la prensa y la afición, a menos que se llame Pepe Mel". Y tiene toda la razón del mundo. ¿No podemos darle las mismas oportunidades a todos los entrenadores?¿No podemos dejar de hacer comparaciones? Porque ayer las leí, y bastantes. E incluso leí a alguno pidiendo la vuelta del escritor. ¿Sabe el bético de a pie lo que desestabiliza el decir eso? Yo es que no lo entiendo, de verdad.

No quiero tener que escribir más capítulos de esta saga. No deseo bajo ningún concepto verme obligado a describir más números de titiritero aplicados al mundo bético. Hay tiempo. Lo de ayer fue patético, ridículo, bochornoso, etc. Pero aún se puede cambiar. Aunque la empresa sea complicada, es nuestro deber creer en ella, por más impedimentos que nos pongan Maíto y compañía. Eso sí. No será nada fácil.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo. Aquí habrá siempre seguidores que permitirán que algunas sombras siempre sean alargadas. En algunos casos serán Pepe Mel, en otros casos, Lopera. El caso es que esas personas que permiten que las sombras sean alargadas son las mismas que no hacen mucho ponían a estos ejemplos mencionados anteriormente como un trapo.

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