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lunes, 23 de noviembre de 2015

Knocked Out

Cría cuervos y te sacarán los ojos. Cruda sentencia, sí, pero enormemente acertada al fin y al cabo. Y muy fácilmente aplicable la situación actual de este nuestro Betis, sobre todo tras los acontecimientos de ayer noche. El bético que, exhausto y frío, llegaba ayer a su casa, aún está regurgitando lo sucedido, y, por mucho que la caverna mediática de mi amigo Mister Proper (que como deducirán, vuelve a ser mi muso para estas humildes líneas) se empecine en difuminar las malas vibraciones, podemos llegar a la conclusión de que efectivamente existen. Y en aumento.

La rueda de prensa que ofrece Mel tras el intento de partido y posterior baño con espuma que nos regaló el mejor equipo a nivel de físico y presión de Europa, como es el Atlético de Madrid, supera con creces los niveles de récord Guinness de victimismo, egolatría exacerbada y lanzamiento de balones fuera a los cuales estamos acostumbrados. Pero destaca un elemento que quizá pase desapercibido para muchos que no se han parado a estudiarlo. El escritorzuelo está nervioso. Muy, muy nervioso.

La síntesis principal que podemos extraer de todo esto es crucial en lo que viene en las próximas semanas: a la afición del Betis se le ha ido de las manos su monstruito de Quimicefa y Magia Borrás. Y a Mel se le ha volatilizado esa capacidad de empalague psicológico, ese encanto que tenía hacia el bético de a pie . De ahí esa reacción ayer hablando de "ambiente crispado", ese nerviosismo, ese disparar aleatorio. Ya no cuelan los experimentos, ya no brillan los trucos de cartas baratos. Y mi querido y cranealmente dotado amigo Mel percibe estos elementos. Y esto es algo nuevo. Porque ya no controla su entorno, esos pilares que sustentaban su extraordinariamente cómoda posición en el Betis.

Y para colmo para mi pobre y querido Pepito, desde arriba no le llueven precisamente rosas y claveles. Porque otra cosa no lo sé, pero Ollero y Maciá no tienen ni un pelo de tontos. Y se huelen el percal, y viendo que lo de ayer había sobrepasado los límites aceptables de quejiquismo pueril y ganas de protagonismo, han tomado cartas y le han dado un palito más que conveniente. Aunque salvo catástrofe, y con el fin de preservar el precario equilibrio institución - afición del club, no lo echarán. Este año. En junio, habrá que hablarlo.

A partir de aquí, opiniones para todos los gustos. Mel cuenta con el apoyo de gran parte de la prensa sevillana e incluso nacional, quienes, con tal de defender lo indefendible y pelotearle cuanto puedan, son capaces de rebajarse hasta límites casi escatológicos, dedicándose a echarle la culpa a absolutamente todo lo que no es Mister Proper. Porque las estadísticas hace tiempo que no le sonríen, y porque el crédito se le acaba, y su castillo de naipes se derrumba.

Teniendo en cuenta que su as en la manga son las victorias fuera de casa, como se pierda contra el Levante el viernes puede ser un torpedo a su línea de flotación casi decisivo. Por lo menos, para su imagen de cara a la galería, esa que, por encima de todo, siempre ha procurado salvaguardar. Pero la situación real es que Mel se encuentra en K.O técnico, para cada vez más béticos, para la directiva e incluso para algunos jugadores. Y personalmente entiendo que mientras antes se corte esa relación, mejor. Si no, podría resultar hasta peligroso. Para todos.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica

lunes, 2 de noviembre de 2015

Llueve

Ciertamente, si llevamos a cabo una mijita de ejercicio retrospectivo, podríamos afirmar que el artículo de hoy es la continuación de otro que escribí hace algunas semanas, "Ding, dong", donde, con el goce pueril de un niño el día de Reyes, comentaba que empezaba a manifestarse con cada vez más intensidad la corriente anti Mel. Sin embargo, para algunos a los que esta cuestión ha afectado directamente a nuestro ámbito personal, el contexto (sobre todo tuitero) tras el bodrio de ayer nos invita a una importante reflexión. Pero, sobre todo, esperanzadora.

Dijo un amigo mío ayer que la pitada en el tercer cambio se escuchó hasta en Ronda, síntesis que aprecié enormemente certera. Poco después, en el autobús de vuelta, también había un cierto runrún en el aire. Un aroma a cabreo, pero no con los de siempre. Muchos perfiles y webs percibieron esta señal, y procedieron de forma inmediata a encuestar al populacho sobre la culpabilidad de Pepe Mel, aka Mister Proper, en este asunto, e incluso por la posibilidad de que se le otorgara la patada en el dos de oros.

Ojo al calibre de la tontá. ¿Debería preocuparme o simplemente proporcionarle notoriedad a este factor? SÍ. POR SUPUESTÍSIMO QUE SÍ. ¿Cuándo, en todos estos años, nuestra escandalosamente pasiva y adormilada afición ha puesto en duda la continuidad de mi querido y alopécico amigo? JAMÁS. Era casi un pecado mencionarlo siquiera. Un tabú. Y los que clamábamos al cielo éramos los parias del sistema, basado en la demagogia y el lloronismo infundado de este señor. Y ayer, esas mismas encuestas daban un porcentaje muy igualado de favorables y detractores de la destitución del Mel. E incluso la mayoría admitía que la culpa de la situación actual es del escritor, aunque no todos quieran echarlo.

Se ha quebrantado el dogma. Nunca vi yo tan debilitada el aura de supremacía e inviolabilidad que rodeaba la considerablemente gran cabeza del colega. Fíjense, que incluso hubo un hashtag de #MelVeteYa. Y, sin embargo, ayer tras el tercer gol del Athletic, algunos incluso aplaudían. Lo más lógico y probable es que ese movimiento contra Mel se haya convertido en algo silencioso, ante las continuas burlas, vejaciones y casi exclusiones del beticismo que ha sufrido este colectivo estos tres años.

A lo largo de todos estos años, Pepe Mel ha conseguido rodearse extraordinariamente bien, para lograr un nivel de protección brutal por parte del mundo mediático, y la posición de deidad ante el pueblo. Ayer se volvió a ver a muchos de estos pseudoinformadores peloteándole sobremanera, y esta semana, incluso gente del mundo del espectáculo. Me atrevería a decir incluso que empiezan a ser intentos a la desesperada. Porque todos aquellos que vislumbran el panorama desde fuera ayer denunciaron esa complicidad de la prensa, y el mutismo de la afición, o de parte de ella. Lo único, esos pitos.

Personalmente me parece más importante comentar esto antes que el partido de ayer. Porque no sé yo si ofreció algo digno de mención que no supiésemos ya de antemano. Cero planteamiento, táctica o físico. Fijaos lo más gracioso de todo, que a mí la alineación de ayer no me disgustó. Pero claro, eso era antes de que rodara la bola. Y muchos nos comiésemos con papas dos horas de chaparrón y humillación. Pero bendita sea esa lluvia si se dedica a limpiar lo sobrante del Betis. Y no, no hablo en términos meteorológicos.

¡¡Un saludo!!

@josearquer95
@lajuezaesbetica